El viento del recuerdo

Caminaba por la calle recién empapada por la lluvia, sentía el olor de la vegetación, de la tierra mojada, del olor del perfume que ella le había dejado en la ropa. Las calles de Bilbao vacías por el eco de la soledad de peatones, el único ruido que el llevaba encima era el de sus zapatos al pisar los pequeños charcos que se agolpaban en las aceras o las bolsas de agua que se acumulaban entre la acera y el asfalto de la carretera...
Volvía a su destino aun con el cuerpo estremecido de haberla visto, de haberla tocado, de todos los recuerdos que hacia tiempo había vuelto a rememorar en tan solo unos minutos de una noche...


¿Somos un conjunto de recuerdos? ¿De emociones? , emocionarme con cada cosa que hago me hace sentirme vivo, me hace ver que cada día he de levantarme y caminar hacia un objetivo nuevo, dejar atrás aquello que fue pasado, aprender y vivir el olor del presente para convertirlo en esencia de futuro. Como suelo decir, un hoy bien vivido hace que cada mañana se convierta en una visión de esperanza.


Vuelvo hacia mi destino, pensando en como una ciudad es capaz de ponerme los pelos de mi cuerpo de punta, como esa lluvia huele y cae de otra manera, como camino empapado de felicidad bajo una lluvia que parece no calarme en los huesos, que parece no mojarme, es un halo de sensaciones que solo se explicar a través de la escritura, reflejar en una fotografía, haciendo que mi cámara esa noche sean mis ojos...

                                                                                   Alvaro Santos Photography

Volvería una y mil veces ante ti para hablarte, contarte eso que siento, con la única compañía del reflejo de la luna, de mi sombra, del ruido que me rodea y lo que puedo ver a través de mi fotografía.


P.D: Los sitios que he estado y las fotografías que he hecho siempre me han estado llevando hacia ti.