Asisto atónito a una declaración que hacia mucho tiempo deseaba escuchar, deseaba fotografiar, deseaba oler, respirar, sentir, la paz. Parece que la paz, algo que tenemos tan cerca, haya costado tanto sufrimiento conseguir, que hayamos tenido que fotografiar tanto horror, lagrimas, manifestaciones bajo el agua de todas las ciudades de España. Todavía tengo en la retina miles de paraguas bajo una misma instantánea,los pies encharcados, y la voz ronca de gritar en la Puerta del Sol, miles de manos blancas pidiendo la libertad de humanos que se les había privado de libertad, litros de lagrimas en despedidas de maestros, profesores, niños, militares, policías, mujeres, hombres, ancianos, etc ...
Nazco con la lacra de las instantáneas de gente que nos dejaba, y asisto a un hecho sin precedentes que es el final de eso que en parte ha marcado parte de nuestra vida. Aun tengo en mis oídos el grito de ETA NO, tengo miles de fotos que podría sacar a la luz, pero que guardare en mi memoria, la mas importante que tengo es la de todas esas personas que nos dejaron, bajo las alas blancas de una paloma blanca, la de la paz.
Photo by Alvaro Santos
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